Skip to main content

Se considera publicidad exterior a toda aquella que utiliza lugares públicos para desarrollarse.
Es un medio eficaz para captar la atención de los clientes actuales y sobre todo potenciales,
mientras estos se desplazan.


Un medio con historia.

Los orígenes de la misma se remontan a las primeras formas de expresión gráfica realizadas
por las personas, como consecuencia de la gran necesidad humana de poder comunicar sus
ideas o expresarse visualmente. Existe la teoría de que así lograban transmitir algún concepto
o idea, dando inicio al arte público de la persuasión.
3200 años a.C los mercaderes recurrían a piedras labradas (llamadas estelas), las cuáles
colocaban junto a los caminos para promover sus ventas. Más tarde, aparecieron los anuncios
pintados, y se asignaron paredes para mostrar los mismos en las ciudades de Roma y
Pompeya. Por su parte, en la antigua Grecia, se exhibía al público el orden de las competencias
de los juegos olímpicos en los exteriores de las arenas.
Con la invención del papiro, y posteriormente del papel, los anuncios gozaron de mayor
flexibilidad. Ahora podían ser colocados y trasladados en casi cualquier parte que se deseaba.
Más tarde, la invención de la imprenta facilitó el nacimiento del Cartel Publicitario.
La Litografía impulsó la actividad publicitaria, permitiendo una mayor creatividad y posibilidad
de diseño. Tal fue el caso, que los posters publicitarios fueron encomendados a pintores de
gran renombre y actualmente son considerados obras de arte y se encuentran exhibidos en los
grandes museos del mundo.
En la actualidad, el diseño en computadora, la impresión digitalizada, la iluminación con
lámparas especiales y la posibilidad de crear nuevas figuras y modelos a gran escala comienzan
a dominar el mercado.
El número de anunciantes que utiliza este medio es cada vez mayor, y aunque muchos
aspectos del diseño y producción de anuncios han cambiado, su objetivo aún se mantiene:
“Comunicar mensajes eficiente y efectivamente a los consumidores”.

Dos variaciones con similitudes.

Existen dos grandes tipos de publicidad exterior: la fija y la móvil. Dentro de la primera se
encuentran las vallas, los carteles, medianeras, transiluminados, etc. Por otro lado, la
publicidad exterior móvil es la que se realiza mediante elementos publicitarios instalados en
medios de transporte.
Ya sea en cualquiera de sus variaciones, este tipo de publicidad es un excelente complemento
de las campañas publicitarias realizadas en otros medios de comunicación, ya que maximiza la
cobertura, crea notoriedad, hace alusión a la marca, es productiva y rentable.
En cuanto al mensaje en la publicidad exterior, fija o móvil, debe ser totalmente visual y
altamente creativo. Con textos directos y sencillos, que se puedan comprender con un sólo
vistazo, y se complementen con la imagen, asociando con mayor facilidad el mensaje con el
producto y la marca.

Entonces, ¿Por qué elegir la vía pública para publicitar?

Algunas de las ventajas más notables que podemos apreciar de la publicidad exterior son:

  • VISIBILIDAD: El mensaje será visto en lugares estratégicos en las principales arterias de
    la ciudad a contratar, logrando captar su público objetivo.
  • ALTO IMPACTO: A causa de su presencia continua, se producen niveles de frecuencia
    incomparables a cualquier otro medio. Además, es grande, imponente y atractiva.
  • EFICIENCIA: Permite lograr sus objetivos de una manera más eficaz y a un menor
    costo.
  • EFECTIVIDAD: Un buen mensaje en vía pública mejorará la posibilidad de que su
    campaña alcance a su público objetivo efectivamente.
  • INNOVACIÓN: El medio es lo suficientemente flexible para implementar ideas
    novedosas y creativas.
  • VERSATILIDAD: Puede dirigirse a determinados segmentos difíciles de abordar con
    otros medios.
  • PRESENCIA DE MARCA: Presencia de su marca 24 horas al día, 30 días al mes, 365 días
    al año.

Independientemente de las grandes ventajas de este maravilloso medio, es de gran
importancia planificar una campaña de vía pública a través de profesionales que además
conozcan las particularidades de cada plaza y región, a fines de poder determinar el tipo de
campaña ideal.
Como bien decía un gran maestro de la publicidad, no basta con conocer el mapa, se debe
conocer el terreno.